El indulto que la izquierda olvida
El caso del
compañero Jaime Ramírez Pedraza y la indiferencia izquierdista
Tenemos una
izquierda que no debe envidiarle nada a la derecha, donde lo económico,
político llegando hasta lo moral. Una izquierda que en lo económico su consigna
es llenar el bolsillo y la austeridad del Che es mito o leyenda; en lo político
su único mérito en décadas es haber conquistado sillones parlamentarios con la
fe en que desde adentro del monstruo se puede aniquilar sus entrañas y su única
estrategia (finalidad) es la no confrontación al sistema, buscando el camino
sencillo para un, una izquierda Belaundista, muy distante del camino de
Mariátegui; y en lo moral, muy aparte de lo del bolsillo lleno, sus esfuerzos
por un socialismo determinista, economicista, por sus ojitos al imperialismo, y
esos deslices tan pensados, ya que, siempre predomina su condición de clase:
pequeña-burguesa.
Un supuesto
desliz que viene de parte del líder del nuevecito movimiento electoral FUERZA
CIUDADANA, Carlos Tapia, un reconocido personaje que se le adjetiva con el
cliché de izquierda: “A Humala le conviene indultar a Fujimori en este
momento”, olvidándose de las matanzas
perpetuadas por orden de puño y letra de niños, y mujeres indígenas,
estudiantes y luchadores sociales. Tal frase, representa no sólo el oportunismo
al que muchos están acostumbrados, sino la conciencia social del individuo y de
quienes respaldan y caminan junto a él. Sería aún pronto llamar un suicido
político a este personaje, así la buena pluma de la periodista Cisneros lo
declare, porque aún acostumbrados a las patrañas políticas, las fuerzas de
izquierda no tienen nada de rigurosas, y nada de expectorantes entre sus filas.
Caminan con lo que hay, duermen con lo que hay, más ejemplos sería en vano
repetirlos. Y para destronar a estos voceros de una izquierda frenética por el
poder electoral, la formación de cuadros a elevada altura debe ser parte
importante de los movimientos populares que ejercen diferente accionar.
El indulto a asesinos de la calaña fujimorista, para el gobierno solo
sería mostrar más su careta fascistoide que poco a poco, pero con extrema
velocidad, va enseñando; su faceta de neoliberal a lo García-Toledo es ya
muestra bastante para desconfiar de un gobierno que ha roto su alianza con el
pueblo. Es muy probable el indulto, los coqueteos Gana Perú-Fujimorismo es
evidente, y señala el camino que predominará en los futuros años del gobierno
Nadine-Ollanta, cosa que solo muestra un camino que es el organizar la
respuesta popular con mucha más severidad y seriedad, corregir el oportunismo, es
tarea corregir la confianza en
personajes que no tienen trabajo popular o no vienen de verdaderas experiencias
revolucionarias, es quitarse ese adjetivo de izquierda quitinosa y ser
consecuentes con su verdadero papel en esta historia.
Sin embargo, analizar la izquierda que sale en los periódicos, que es
entrevistada por periodistas que consideran esas cabezas huecas como la única
izquierda en el Perú, es un trabajo para la prensa derechista, los esfuerzos
verdaderos están fuera de la prensa y pantalla chicas y poco a poco se irá
notando.
Me es más grato hablar hoy de un caso que debería ser centro de la
solidaridad de la izquierda actual: de comunistas o socialistas, de guevaristas
o trotskistas, de parlamentarios populares y no tan populares, de aquellos que
llevan la revolución en la boca y de aquellos que la llevan en el corazón, de
libertarios y de la gente que habla de pueblo. Toca hablar, es menester
difundir lo urgente y primordial, exigir lo justo y llenarse el corazón de
verdadera revolución y así tapar la boca que mucho dice pero poco hace. Es reconocible
y una vergüenza que personaje de la otra contienda como es el caso de Pedro
Pablo Kuczynksi, se preocupara por el compañero
Jaime Ramírez Pedraza, nombrando al congresista de su bancada preocuparse e
investigar más sobre el compañero en mención.
Primero lo esencial reconocer en el compañero Jaime, su condición de
revolucionario, con los antecedentes que fuesen gusten o no, un compañero que
es víctima actual de un sistema nada democrático, un compañero que es eso COMPAÑERO, así nos cueste un titular en la
prensa, así mañana más tardar nos llegue un cartelito de la Dircote, así los
demás te sientan apestado y te digan radical y ultra, como diría Víctor Jara: “No
me asusta la amenaza, patrones de la miseria”. Definir su lucha por el indulto
del compañero Jaime como justa, tiene que ser parte de los discursos actuales,
de los comunicados, de los pasos diarios. La revolución sin solidaridad no es
revolución.
El caso de Jaime Ramírez Pedraza, es singular y penoso, su estado físico por la enfermedad
denominada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo va torturando y matando lentamente en un penal que nunca ha
rendido condiciones para estos tipos de casos, ni para los cientos más que debe
haber en estado de gravedad. Un sistema carcelario donde predomina el odio y la
venganza. Esta es la democracia de la venganza, en donde los humildes son
maltratados siempre.
La izquierda actual no toma las banderas de solidaridad, se solidariza y
cree en las palabras de ex dictadores, que la ciencia es mentira y que el
granuloma del dictador Fujimori es el peor cáncer (averiguar o informarle a
Carlos Tapia lo que es un granuloma y que no representa peligro para su
presidente favorito). Individuos como estos no enfocan sus palabras a tales
casos, por miedo a quemarse o a ensuciar su postura democrática y que exigir
justicia por compañeros, para su concepción equivocados, es manchar su
pulcridad política. Ellos escogen con qué solidarizarse, qué banderas recoger e
izar, que actitudes oportunas para sus intereses rescatar. Hablar de los
compañeros de las FARC y su lucha contra un Estado paramilitar está prohibido
discutir, y mucho menos llamarlos compañeros. No es la misma actitud que
compañeros de otras fuerzas en el continente si demuestran y que deberían
enseñar, compañeros como del FPMR en Chile, como de los Argentinos con nombres
propios; Néstor Kohan, la Juventud Guevarista, De Santis y muchos más que
siguen la frase “aquí allá, el miedo se acabó”, compañeros intelectuales como
James Petras o el cubano Fernando Martínez Heredia nos enseñan que
solidarizarse es muestra de que el socialismo avanza y que se vence el cerco
que impone el Imperialismo.
En el Perú, son pocos los movimientos que recuerdan el caso del
Compañero Jaime, pero esos movimientos representan la parte importante y hay
que seguir exigiendo un INDULTO que si corresponde dentro de los parámetros de
esta justicia estatal.
Para concluir, conocí al compañero Jaime cuando aún podía mover los
brazos y charlar sus experiencias de una juventud que creía en la liberación de
la patria, que con todos los sueños alzó su estandarte hasta el final, lo
demostró con toda su fuerza pero ahora es necesario por todos los medios,
apoyar su pronta liberación para que el poco tiempo sea lleno de sonrisas a
lado de su familia.
Ernesto Montero Campos
Prensa Rumi
Rumi.revista.peru@gmail.com
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