Poema que respira adiós y dedicado a un ordenador

Poema que respira adiós y dedicado a un ordenador

Es sencillo ser poeta y hablar de las piernas bajo un almohadón
del auto-estima encima de una cama
del humo cortando la respiración
del amor sin desamor
de las calles y el trago sobre la espuma en una noche
de esas
donde la poesía se te aparece realmente malcriada

Me elaboro un té mientras leo a los falsos guerrilleros
No hay algo más ajeno que el uso de las palabras que no son tuyas
que nunca las has de ejercer

Entre líneas para el buen observador ya no hay nada
solo disparos, muletas de amor, pisadas gruesas
ocasos insufribles, prisiones sin color por ninguna de sus puertas
prisiones sin puertas
desastres sin arreglar
una nada que omite respirar
hasta la otra esquina

Historia es esta sin esquinas
y quizás hasta el desayuno cansa
harta esa manía enferma de abrir la boca y herir
y quizás el agua que amanece en los ojos
también canse, harte, fatigue seguir abriendo los ojos y naufragar

Despedirse es el parte hacia la locura
decir canciones al oído con un beso sin frente
un penetrante puño a la pared que ya no ocasiona
ni un poema a la una de la mañana
ni un trago para dormir

Cada minuto es un dulce muñequito sin paracaídas
aterrizaje forzoso y con dolor
una mano rota
unas ganas de escribir con esa mano
la intención ocasional de dañarse a sí mismo
así se encuentran estos minutos

Esperar la madrugada entera a que destrozaras mi puerta
con esos besos que dejan señales

Tú vas a doler más, lo admito
en esta misiva que solo requiere minutos para ser la última
la que no estorbará ya tus pasos
y tus ganas de hacer vida moderna
porque siempre pensaré que elegiste un quijote queriendo un príncipe azul
y mis rosas tienen la culpa
y el escenario tan lleno de corazones por las noches en un cielo tan mierda
el baile más romántico de nuestras vidas
los besos atrevidos amaneciendo tan lejos de aquí
el adorarte los pies
siendo los primeros en la hora del amor