Último poema y adiós a alguna de las siete vidas

acabo de llorar
de plantarle los ojos al tiempo
de furia
de enojo
de salvajismo sobre una almohada
a veces lloro y reclamo
reclamo viento/urgencias/relámpago de sus brazos cuando una noche
porque ella sabía
porque ella sabía que yo iba a olvidar
entre las tantas borracheras que iniciaron desde su presencia
doblegó mi disciplina
la cordura de escritor
y así lo dijo
lo gritó mientras yo reposaba esperanzas en su nuca y chillaba como gato sin cola
porque tenía la suya ronroneándome toda
lo dijo como para tenerme suyo siempre
aunque ella lo niegue en todas sus redes sociales
lo dijo

te amo

y soslayó
y despertó
y conmovió más la vida
tanto que tengo miedo al despertar en otras ciudades
y saber que su reflejo se venció o se lo comieron los niños con que suele juntarse

lo dijo
sabiendo que iba a doler
que de mis pedazos se iba a reír
como un nivel alcanzado y gloriosa eterna receta de otorgar abrazos para embrujar
porque ella da abrazos y embruja y conspira contra uno

por cierto
gracias por el abrazo
por poner tu número en la vida
por ponerle prisa a los días
por el reentrenarme
y burlarte de una de las pocas siete vidas que ya no tenía
gracias por los adioses
por los marzos

lo dijo
y yo le dije que eso era una promesa
que decirlo era el inicio del mundo
que con eso podría derrotar al Estado

y como lo tenía previsto
desde el contrato de sus besos
yo no la olvidé

pero por ahora
voy a intentarlo