El imperialismo y sus
falderos
Todo eso,
Señores Delegados, esta disposición nueva de un continente,
de América,
está plasmada y resumida en el grito que, día a día,
nuestras masas
proclaman como expresión irrefutable de su decisión
de lucha, paralizando
la mano armada del invasor. Proclama que cuenta
con la comprensión
y el apoyo de todos los pueblos del mundo
Ernesto Che Guevara, Discurso en la ONU.
Los procesos democráticos representados por las masas en la Venezuela
Bolivariana son repudiados por los portavoces de la casa blanca. No importa lo
que se plantee en ella, no importa que sea verdaderamente representativa si
dentro de todo eso no hay un control imperial. Eso termina siendo nulo,
inaceptable y falso.
Esta republiqueta tiene un presidente preocupado en quedar bien con sus
patrones antes del Bicentenario europeizado mientras tiene maestros acampando
en una plaza de Lima y uno de ellos asesinado ya por sus fuerzas del “orden”, presidente
favorecido por una central de trabajadores que hasta ahora no recita ni pio, un
sindicato que cree que salirse de su libreto es ser terrorista y olvida que así
nació: declarado terrorista por los gobiernos de turno, porque protestar en
esta patria y en todas las patrias de América Latina será siempre el inicio de
ser tildado de terrorista. Reclamar lo arrebatado para los portavoces de una
dictadura de clase: la burguesa, será siempre negativo. Un presidente que para
cantar la tonada imperial no titubea y pronuncia bien todo ese idioma
vendepatria y estoy seguro que recibe los whatssaps del mismo Trump para
recibir sus caritas felices en sus buenas noches.
Un presidente que confía en que el turismo aliviará la economía para
este bimestre que queda porque ellos nunca se equivocan y la crisis
imperialista no existe, el emprendedurismo neoliberal siempre será la receta
para el impulso de la patria y con eso se sigue mintiendo mientras el gran
capital avanza alienando a las masas, pero claro, un pueblo despierto, de más
de 8 millones es señal de irrespeto frente a sus democracias que no cuentan con
errores porque sus prensas (canales, diarios, portavoces, periodistas y demás)
repiten el mismo discurso dictado desde sus palacios de gobierno.
¿Fraude en Venezuela? Llamar fraude a un proceso es jugar en parte al
boicot que viene azotando la propuesta desde el nacimiento de ese llamado
Socialismo del Siglo XXI, que desde llamarse ya Socialismo creó las condiciones
para ser tildado de satánico y enemigo del mundo y de la pax romana que
defiende el imperio del norte. Frente a eso se alzó el pueblo de Venezuela, más
de 8 millones que solo han salido a votar y que frente al fuego enemigo han preferido
usar una herramienta democrática: la Constituyente. Acá mientras nuestros
políticos de izquierda o derecha prometen cada año como bandera en sus
programas cambiar la constitución que hasta ahora nos gobierna, sí, esa la del
93, la que abusa del poder y con la que bailó Odebrecht, prometieron pero que
nunca será cambiada mientras no se logre una mejor conciencia popular para
tomar el ejemplo venezolano y cambiarla con todos los costos necesarios que
tenga para votar de una vez a los que se adjudican ser los dueños del país.
Como marxistas no solo se reconoce el intento por hacer de Venezuela algo
distinto a lo que era antes del gobierno bolivariano iniciado por el comandante
Chávez, que por cierto, tuvo varios intentos de asesinato y golpes de Estado, por
estas fuerzas consideradas en todas las prensas del mundo como fuerzas
democráticas frente a una dictadura a lo cubana. “Dictadura” que viene
resolviendo a favor de los más humildes vivienda, salud, educación y eso les
jode, les seguirá jodiendo porque algo heredó la experiencia bientencionada de
Salvador Allende, que al imperialismo ni tanto como diría el comandante
Guevara. Las milicias venezolanas no son más que el reflejo que para lograr una
revolución de verdad esta debe ser protegida por los que la desean: el pueblo,
consciente y en plena defensa. La violencia solo existe a diario por el sistema
que impera en todas las venas de la sociedad: desnutrición, desempleo,
explotación laboral, pobreza, represión, narcotráfico y demás males que solo
nacen y no se olvidan. La respuesta que hace el pueblo es su justa defensa. Ya
que replicando lo básico en el mensaje de Camilo
Torres (sacerdote colombiano): Hay que preguntarle a
la oligarquía como lo va a entregar. Si lo entrega pacíficamente, lo tomaremos
pacíficamente, pero, si decide entregarlo por la violencia, nosotros lo
tomaremos violentamente.
Respaldar este
proceso implica la solidaridad con el pueblo de Venezuela por hacer respetar
sus decisiones, y no apoyar a esos izquierdosos que solo buscan mantenerse
dentro de la mainstream del juego
ético y moralista de los discursos de moda en la academia. Los errores deben
generar esta vez un mejor avance y no retroceso en lo que se inició llamando
Revolución, que toca emplear toda esta palabra y completa. Una real
profundización hacia una verdadera revolución de abajo hacia arriba dará una
real victoria y un ejemplo para esta América Latina que busca vencer y vencer.
Nuestra lucha es una
lucha a muerte…
Che Guevara
Ernesto Montero
Cat. Che Guevara
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