“Los dialogos que me salen, cada vez, se hacen más sensibles, podría decirse más reales, porque la sensibilidad es lo real, porque me pongo al lado de Hume y pienso que los sentimientos y lo que ocasionan son lo verdadero. Es en ésta época en donde sentir, y mucho más, sentir que se es parte de una Revolución es lo verdadero”
Ernesto
Ernesto
El Che Guevara encima de un elefante
“El Elefante es, de todos los animales conocidos, el que más despacio se reproduce, pero si todoas sus crías sobrevivieran habría después de 750 años, cerca de diecinueve millones de elefantes descendientes de la primera pareja”
Charles Darwin
El mundo de Sofía
Jostein Gaarder
La conversación comenzó pausada, de risas a palabras serias, el clima se hacia mas propenso a llenarse del fantasma que una vez recorrió Europa y ahora recorre América Latina. -Estoy seguro que Marx hubiese aplaudido al Che, que gracias a que humanizó tal concepción, Marx no se hubiese querido morir nuevamente.
-Y hasta las palmas las puedo escuchar en este momento.
-Podría decir también que el Che dibujo la sonrisa que le faltaba al friolento de Marx.
-Las épocas son distintas, no había tiempo para reí sino para luchar
-Pero le puso la sonrisa, y eso es lo más importante.
-Eso es cierto, como tú lo dices...¿Qué sería si no se hubiese incorporado la palabra exacta en todo esto.
-El Amor.
-”Todo Revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor”
-Se llegó al climax de todo esto, se encontró el punto de Arquímedes, el Génesis que otros no llegaron. La historia es cambiante, algo que no quiso decir Carlos, por el amor.
-Es que esa palabra no existía es esas épocas, nadie las sembraba directamente.
-Sin embargo, hasta Stalin sonrío; y eso que yo no soy stalinista pero sorío; otros dirían que hasta el diablo sonríe.
-Pero todo sucede por algo.
-Vamos. Échate más vino, a brindar con coca y alcohol por ellos, que nuestra naturaleza ahora es doble.
-Siempre nos catalogarán de viles y ociosos románticos, que es má fácil soñar que hacer lo que esos burócratas hacen.
-Pero si no hacen nada.
-Un día me contaron que un artista llegó a pintar al Che sobre un elefante causando gracias y risas a los transeúntes, el cuadro es tan famoso que ya nadie se acuerda del pintor. Yo nunca lo he visto.
-Que yo sepa sólo lo he visto encima de un caballo en la expedición a Sancti Spíritus en Cuba.
-Este artista así lo concibió: Un revolucionario es ante todo completo, el amor es sentido por todas las criaturas como diría Darwin, una de las mejores cualidades del ser humano. Hubo un frente que tomo tal ícono del elefante y del Che poniendo como frase acompañante: SER REVOLUCIONARIO ES SER GIGANTE.
-Así como el Che y el Elefante.
-Ajá
-Por eso mismo nos seguirán llamando niños de la Revolución
-Que más da, si eso decidimos: sacar lo más puro de lo puro que es esto, un mundo justo, lleno de igualdad y amor entre todos.
- Somos los mosqueteros dispuestos a seguir
-Exacto. ¡Salud!
Alzaron sus copas tras aquel cuadro anonimamente firmado, copas llenas de un jolgorio de conversaciones de marugada, por que era mejor conversar de noche que aún el enemigo duerme sus ocho horas y se levanta a desayunar. Que aún recibe sus pagos extras y los otros se siguen preparando en las madrugadas de estrellas pintadas por aquellos artistas del Amor.
-Y hasta las palmas las puedo escuchar en este momento.
-Podría decir también que el Che dibujo la sonrisa que le faltaba al friolento de Marx.
-Las épocas son distintas, no había tiempo para reí sino para luchar
-Pero le puso la sonrisa, y eso es lo más importante.
-Eso es cierto, como tú lo dices...¿Qué sería si no se hubiese incorporado la palabra exacta en todo esto.
-El Amor.
-”Todo Revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor”
-Se llegó al climax de todo esto, se encontró el punto de Arquímedes, el Génesis que otros no llegaron. La historia es cambiante, algo que no quiso decir Carlos, por el amor.
-Es que esa palabra no existía es esas épocas, nadie las sembraba directamente.
-Sin embargo, hasta Stalin sonrío; y eso que yo no soy stalinista pero sorío; otros dirían que hasta el diablo sonríe.
-Pero todo sucede por algo.
-Vamos. Échate más vino, a brindar con coca y alcohol por ellos, que nuestra naturaleza ahora es doble.
-Siempre nos catalogarán de viles y ociosos románticos, que es má fácil soñar que hacer lo que esos burócratas hacen.
-Pero si no hacen nada.
-Un día me contaron que un artista llegó a pintar al Che sobre un elefante causando gracias y risas a los transeúntes, el cuadro es tan famoso que ya nadie se acuerda del pintor. Yo nunca lo he visto.
-Que yo sepa sólo lo he visto encima de un caballo en la expedición a Sancti Spíritus en Cuba.
-Este artista así lo concibió: Un revolucionario es ante todo completo, el amor es sentido por todas las criaturas como diría Darwin, una de las mejores cualidades del ser humano. Hubo un frente que tomo tal ícono del elefante y del Che poniendo como frase acompañante: SER REVOLUCIONARIO ES SER GIGANTE.
-Así como el Che y el Elefante.
-Ajá
-Por eso mismo nos seguirán llamando niños de la Revolución
-Que más da, si eso decidimos: sacar lo más puro de lo puro que es esto, un mundo justo, lleno de igualdad y amor entre todos.
- Somos los mosqueteros dispuestos a seguir
-Exacto. ¡Salud!
Alzaron sus copas tras aquel cuadro anonimamente firmado, copas llenas de un jolgorio de conversaciones de marugada, por que era mejor conversar de noche que aún el enemigo duerme sus ocho horas y se levanta a desayunar. Que aún recibe sus pagos extras y los otros se siguen preparando en las madrugadas de estrellas pintadas por aquellos artistas del Amor.
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