Nada podía contenernos*
*Verso 50 del poema
Desaprobados
Hay
libros que son indispensables para torturar nuestra conciencia. Mashqa se forjó para eso. Chumbile el
autor en su autobiografía señala que nació mudo y que tuvieron que pegarle más
de la cuenta para que aprendiera a hablar, es por eso que el descanso de su voz
está en la palabra, la escrita, la que no se mueve ni con el viento, la que
espera siempre al buen lector, ese que escucha y toma acciones. Por eso hay
poetas que en la extensión de sus versos esconden el final de sus propósitos, y
Mashqa solo es el inicio de la
apuesta social que el poeta quiere enseñar. Reflejar.
Mashqa aparece en un mundo caótico, en crisis y el
poeta lo hace notar, no esconde su afinidad ni posición, va con la cara pelada
a la pelea, cambia los libros de autoayuda por libros de crítica social, ama
los clásicos
Quiero
hablarte de la muerte en la cama
De
Marx en la cocina
Y
es que Marx fue un excelente cocinero sobretodo de revoluciones, de debates que
hasta ahora encienden hogueras en los países del tercer mundo donde las luchas
por la liberación aún no culminan. Con ese verso que nombra al poeta de Tréveris,
el poeta, otorga, una posición política a favor de los desposeídos, y todo el
poemario es así: la lucha de los de abajo sobreviviendo con lo poco que hay: en
los buses, en los mercados de lodo, en los versos olvidados en los burdeles, en
las medias sin suerte, en los hocicos de todos los ebrios que beben alienación
a diario. Nuestro pueblo, con todos los errores del mundo no pierde el miedo a
levantarse.
La
revolución se iniciará en los manicomios
o
en la quebrada
Y
así revivimos a los clásicos, a los que alimentaron desde el inicio la vocación
para cierta estirpe de poetas: César Vallejo (comunista), Juan Ramírez Ruíz
(comunista), Víctor Mazzi (comunista). Por el inbox le señalaba a Antonio que Víctor Mazzi estaría orgulloso de
él, o que el mismísimo Heraud ha bajado de los altares para aplaudir y sonreír.
Hay poemarios que invitan a la herejía, Mashqa
la excede y eso es bueno.
Pero
la poesía / no me la ha dado nadie
Yo
me di a la poesía y me ha choteado
Leer
un poemario a esta altura (o chatura) del país es refrescar la apuesta
literaria en una sociedad totalmente alienada
Susan
usa su tarjeta de crédito más que su corazón y lo acepta
Donde
el amor cabe de lunes a domingo en cartones de plástico o amuletos brillantes,
y el “todo se compra, todo se vende” es el credo que desayuna en la cocina. Mashqa siendo rebelde desde el útero
(los poetas aprendemos a ser madres al iniciar la idea de un libro, así no se
crea, así no se comprenda) nacía de cuando en cuando en recitales de mercados,
de colegios en donde las alas sobraban, en combis donde “la gente crece y
sueña”.
Y
ahora que nació metido en papeles finos, siguen siendo un caballo de troya. La
idea de la editorial Gato Viejo: POPULARIZARLO, octubre es el mes elegido, el 8
con la venia del comandante Guevara, quizás. Un caballo de troya que ha de
entrar en la conciencia de la muchachada, el transeúnte mayor, de los niños que
nacen antes que uno, de las mujeres que aún no entienden de revolución pero la
viven a diario y con sudor, y así sucesivamente, Chumbile hizo un poemario
contra los libros de autoayuda que te crean espejismos y con todo su
psicoanálisis te amoldan nuevamente al sistema. Nació DIGNO Y REBELDE.
ya
ni existen versos para cerrarme la boca
ya
ni existen versos con el filo suficiente para mutilarme todo esto
Dignidad
y rebeldía como un ejército zapatista o tupacamarista en donde los primeros
reclutados son todos los pobres del mundo, los que menos tenemos, los que
tenemos mucho por ganar, por regresarnos los que es nuestro.
así
que levanta el brazo
alza
tu pobreza
Sigamos
hablando del amor porque todo el libro es una apuesta resumida del ágape al
mundo, y es que un amor sin reclamos no es amor
la
tierra es solo un pellejo mal frito en un rincón de la parrilla de Dios
mientras
pasa un domingo con Mc Donald y el tío Sam
Sin
embargo, el poeta, tiene su eros. Ama más de la cuenta e inventa clavitos para
ocultar su amor de la enajenación del mundo que te mete por los ojos las lencerías y los jacuzzis, los cutis
perfectos y las nalgas con poder de decidir titulares en los periódicos. El
poeta (cierta estirpe) ama con todo aguijones y se pincha y se sangra solo por
descubrir dolores de verdad.
Mira
estas manos de papel.
Haz
con ellas mañanas flores
estrellas
o niños felices
Y
así comienza el desprendimiento para dar inicio a la creación, sin un corazón
desprendido no hay amor, no hay revolución. Los poetas (ahora se podría
generalizar) de por sí buscan la belleza; pocos (particularizando) la crean o
luchan porque exista, y ahí el debate, pero sigamos con el amor.
El
poeta ama como Vallejo, es decir: LOS JUEVES y recicla los huesos húmeros como ofrenda para la hermana muerte,
exigiendo como se debe hacer siempre: amar. La ternura de Mashqa es de este
mundo y sabe que un beso tiene que soportar: la distancia, el viejo seguro de
salud, el frío del sistema más que del clima; soportar con violencia
Y
nos hacemos la violencia en el amor como lo hacen el 1ro de mayo
Violencia
liberadora, aquella violencia de un parto, de la primera caída y te levantas,
del primer amor que ya no existe porque el primero o el importante,
parafraseando a Fidel Castro, es el que se queda.
Para
ir finalizando, con Mashqa uno
aprende, reaprende, que la vida no es perfecta, al menos para muchos no la es,
y que se sique peleando a pesar de tener todas las de perder. Con Mashqa
uno entiende que faltan sindicatos que le ganen a la patronal, que hasta las
putas deberían organizarse para derrotar al sistema (las putas de verdad, no
las que ganan 14 sueldos al año y están ubicados actualmente las primeras cuadras
de la Av. Abancay en pleno centro histórico de la ciudad virreinal), que no es
suficiente que sigan esperando Leoncios Buenos como porteros. Que hace falta
más. Y los pocos que seguimos en la pelea vamos encendiendo el camino con
poesía y revolución.
Salud
poeta, Mashqa todavía tiene que
conquistar comedores populares, cerros y barriadas, quintas y manicomios. En el
camino estamos todos, los que no temen llenarse de polvo los zapatos.
Poesía
o miseria.
Ernesto Montero Campos
Grupo Editorial Gato Viejo
gatoviejoediciones@hotmail.com
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