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27 ene 2011

Artículo: SALVO LA CURUL TODO ES ILUSIÓN-Ernesto Montero C./AmorRevolucionario

SALVO LA CURUL TODO ES ILUSIÓN
CURUL O MUERTE…VENCEREMOS¡¡¡


Que fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre
Qué fácil es escribir algo que invite a la
acción
contra tiranos, contra asesinos
contra la cruz o el poder divino
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.”
Canción en harapos, Silvio Rodríguez

“No hay otra salida para el Tercer Mundo
Excepto la organización de la guerra justa y
Necesaria contra el imperialismo”
Carlos Marighella


Comenzó hace mucho el circo, los cirqueros contratan a sus mejores graciosos, los de mejores malabares, los auténticos decadentes en política, hasta jóvenes bolas rojas se asoman a la escena. Y el cirquero hasta acepta soldadesca con buena sonrisa. Todo es bienvenido en la gracia de la burguesía. Aumenta la presión cada día, pues la función estelar se acerca. Se aceleran las bufandas verdes y coloridas, los caballos de Troya se pintan de llamativos colores, resplandecen los mejores toldos y el pueblo ríe de alegría. Los mejores equipos ¡señores!, ganan la lotería. La política hoy por hoy, con desventaja en el tiempo, sigue siendo en el Perú el hazmerreír de América Latina; pero no, afilan sus cuchillos los que hacen tiro al blanco para hacer más sorprendente el acto, tragan fuego algunos y aumentan la zozobra, pero la mayoría sabe, sobretodo, hacer reír a la gente. Y llegará la función, la escena principal en donde el que junte mas colores y más colorido sea su grupete de payasitos, ganará el aplauso. Es decir señores espectadores del coliseo y del morbo televisivo, aun tendremos diversión para escoger, así que elijan sus canales y palcos favoritos.

Primero algo tener algo en cuenta: no se habla de los que de buena gana y buen corazón intentan cambiar el Perú entrando a las lides políticas ya sea por primera vez y dentro de su ideología sea su manera de aportar un cambio a las hojas de este país. Se señala a aquellos históricos luchadores de cartón, luchadores empecinados en la revolución de raíz, en el sacrificio y muerte, en los que elevan al Che, Marx o Lenin, que hablan de balas históricas, de hazañas heroicas y que retan a la historia, pero a la hora del encuentro, del choque real contra el imperio, sacan a relucir su arma automática: LA CURUL, y hasta lloran y hasta hacen chongo vía face, vía twitter, vía hi5…la revolución entra por la curul, este ejemplo es para las nuevas generaciones, pero uno que tiene 22 años y reluce cansancio de viejo, no le entra esa moda curulesca.

Sin embargo, pongamos para señalar a esos “camaradas” las comillas correspondientes, de énfasis, de ironía y falsedad, que aun creen en las derrotas electorales a la burguesía, o al mismísimo imperio. Que solo saben pelear entre curules y cartones, entre papeles y ratas. Que ubican un bonito discurso, bien solidario, bien progresista, llamando a la acción, que abarcan todo mensaje de UNIDAD, que se cuelgan de todo espacio sea cultural, juvenil, en todos los tintes para demostrar que son los profetas del Frente Único, pero a la hora de la acción y sin tanta verborragia no demuestran ni un pelo de la lengua, esas bocas no son suyas, y encima se reclaman VANGUARDIA, se dicen ser la clase dirigente de la revolución venidera. ¡Ay profetas que temen a la hoz y al martillo! Sin embargo, de algo bueno ha de servir, pues así PROBAMOS A LOS QUE SE RECLAMAN REVOLUCIONARIOS, y descartamos a los futuros traidores.

De algo estoy seguro, QUE HAN LEIDO MAS QUE YO…y que han leído lo que Lenin señala en sus obras que el Partido es un partido de combate, y no motivador de procesos netamente electorales. Si alguien que ha leído más que yo podría señalarme en que parte estos autores se vuelven revisionistas y caen en el sentido pacífico total de la revolución, cuando se sabe que una revolución no busca acondicionarse al medio en que opera, sino todo lo contrario, romper esas cadenas. Porque mientras la clase burguesa habla de violencia, esos “revolucionarios” siguen adornando sus mejillas, pasando los tragos amargos; porque mientras el imperialismo sigue atinando golpes duros y atinados a las voluntades del pueblo, el lado de izquierda, sigue buscando sus personalismos, individualismos y tratando de enriquecer sus bolsillos. Muestras de esa VERGÜENZA SOBRARIA SEÑALAR, ni siquiera se LOGRÓ UNA CANDIDATURA UNITARIA, NI UNA LISTA CONGRESAL EN DONDE ESTEN LOS MEJORES CUADROS DE ESTE PROCESO PERUANO; NI SIQUIERA SE ESCUCHÓ (NUEVAMENTE) LOS MENSAJES DEL CHE Y DE MARIATEGUI, hablar de unidad  esta demás, aun la conciben artículo de lujo, porque su prioridad (la más graciosa) es NEGAR EL PROCESO ELECTORAL Y DE AHÍ PARTICIPAR Y DECIR LO BONITO QUE ESTÁ Y LO MUCHO QUE PUEDE OFRECER; y pagar las cuotas correspondientes, porque en esta democracia, ¡sí¡, se pagan los numeritos electorales, se paga por representar al pueblo, sea quien sea, BOLSILLO MANDA, y la dizque izquierda no se salva, pregúntenle a sus candidatos favoritos: ¿30 000? ¿15 000 para llevar la “O”? ¿8 000 para Despertar en algún número nacional? Porque sépanlo bien:

“Contrarrevolucionario es todo aquel que contraviene la moral revolucionaria, no se olviden de eso…pero también es contrarrevolucionario el señor que valido de su influencia consigue una casa, que después consigue dos carros, que después viola el racionamiento, que después tiene todo lo que no tiene el pueblo, y que lo ostenta  o no lo ostenta pero lo tiene. Ese es un contrarrevolucionario, a ese si hay que denunciarlo enseguida, y al que utiliza sus influencias buenas o malas para su provecho personal o de sus amistades, ese es contrarrevolucionario y hay que perseguirlo…porque todos aquellos que, hablando de revolución violan la moral revolucionaria, no solamente son traidores potenciales a la Revolución, sino que además son los peores detractores de la Revolución, porque la gente los ve y conoce lo que se hace”. Ernesto Che Guevara, Influencia de la Revolución Cubana.

Pero aún se sigue apoyando el carisma lleno de falsas sonrisas, fotitos con el pueblo “millonario de lombrices”, y soy mejor candidato si camino cerros ofreciendo “combo y chamba”, y regalo calendarios o polos o bolsas de arroz, y así logro la simpatía; pero esos que se reclaman bachilleres en el marxismo olvidan que “esta simpatía y este apoyo no se conceden de una sola vez, no se deciden en una votación, sino que se conquistan mediante una larga, difícil y dura lucha de clases”(Lenin). Los dirigentes ruega-curules hace mucho perdieron la vergüenza, los jóvenes “socialistas” hace tiempo perdieron la sinceridad. Hay una nueva generación que no revisa su historia. Es que un revolucionario verdadero “no se resigna a dar por sepultado el fin de las revoluciones, para abrazar alegremente el Parlamento” (Néstor Kohan). Un Parlamento rodeado en su plenitud por la política liberal y burguesa, pues es ella la mejor forma de dominación política, la más eficaz, la garante de su democracia. El Che planteaba algo semejante: “Luchar solamente por conseguir la restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial preestablecido por las clases dominantes: es, en todo caso, luchar por el establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario”.

Pero acerquemos un poco al legado dejados por esos ejemplos de revolucionarios, que dentro de mi esperanza, ofrezco una duda ¿será que es una táctica más de la revolución peruana? ¿La inteligencia adoptada de que hay que destruir al enemigo desde dentro? Y pues me callarán y harán lo que Mariátegui, el Amauta, definiría: “Las elecciones son, así para los reaccionarios como para los revolucionarios una simple oportunidad de predicar el cambio de régimen y de denunciar el cambio de régimen y de denunciar la quiebra de la democracia” o “Los parlamentarios comunistas no parlamentan. El parlamento es para ellos únicamente una tribuna de agitación y crítica”. Estoy seguro que me quedaré con lo señalado y vergonzosamente observaremos el mejor circo de las temporadas electorales. Solo me queda sumarme al grito de guerra: ¡Curul o muerte! ¡Venceremos!

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